Mientras la mamá utilizaba un cajero automático en una sucursal bancaria de Holambra, en Sao Paulo (Brasil), dos hermanos pequeños estaban jugando, y uno de ellos se quedó encerrado en una pequeña cabina del banco. Al cabo de un rato, la madre se dio cuenta de que su hijo había desaparecido, pero hubo que llamar a las autoridades para sacarlo. El menor pasó unos 30 minutos encerrado.
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