Los tres monarcas no solo eran gobernantes de reinos distantes, sino también guardianes de antiguos secretos y profecías, de antiguos papiros de los tiempos de Salem. En la oscuridad de la noche, la estrella divina se volvía más brillante y definida, siempre a una distancia prudente para ser observada, y casualmente a una velocidad adecuada para ser seguida. Te encuentras en el vórtice dorado, entre el sueño y la realidad. Gracias por ver el video Te invito a suscribirte Un abrazo
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