LA REDUCCIÓN DE LA POBLACIÓN COMO OBJETIVO CORPORATIVO 1. Darnos cuenta de que las élites corporativas occidentales llevan más de medio siglo impulsando una agenda destinada a reducir la población es un verdadero choque emocional. Supone enfrentarnos a un reposicionamiento conceptual que ayuda a explicar fenómenos aparentemente inexplicables, pero que también nos obliga a cuestionar ideas y proyectos que hemos aceptado durante décadas. 2. Sin embargo, con un cierto esfuerzo de análisis, es relativamente fácil llegar a las fuentes escritas y audiovisuales en las que este objetivo de reducir la población se proclama abiertamente. 3. En síntesis, en las proclamaciones abiertas del fin último de reducir la población podemos distinguir dos tipos de objetivos. Un objetivo geopolítico de reducir fundamentalmente la población de los países “no controlados” y un objetivo medioambiental, basado en reducir la población para adecuarla a un menor uso del medioambiente y de los recursos materiales y energéticos. Objetivos ambos impulsados, en último término por los mismos círculos corporativos. 4. Con base en este tipo de objetivos, Occidente en su conjunto ha puesto en marcha políticas de distinto signo destinadas de hecho a la reducción progresiva de las tasas de natalidad. Políticas que han resultado especialmente efectivas en Europa y Estados Unidos. Por supuesto, tal como los documentos de la guerra fría planteaban con claridad, la aplicación de estas políticas siempre se ha justificado con otros motivos, como la salud reproductiva, la emancipación de la mujer o la defensa de las minorías sexuales, aunque su verdadera finalidad ahora sabemos que no era otra sino la reducción de la población. 5. En función de los resultados objetivos, podemos apuntar a una tercera finalidad de estas políticas antinatalistas: impulsar los beneficios empresariales y el desarrollo económico a corto y medio plazo. En el caso de China, se trataba de despegar de la situación de postración económica endémica. En Occidente, de impulsar la rentabilidad de las inversiones. 6. En efecto, difícilmente se entiende la evolución económica de estos 50 años de capitalismo avanzado (lo que se ha llamado “período neoliberal”) sin tener en cuenta el impacto extraordinariamente positivo para el impulso económico de la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo, no a través del reparto del trabajo entre hombres y mujeres, sino añadiendo 40/45 horas de trabajo semanal por unidad familiar. El inmediato hundimiento de las tasas de natalidad fue condición indispensable para esta incorporación masiva, que supuso una extraordinaria inyección de mano de obra barata, impulsando sustancialmente la rentabilidad de las inversiones y, lógicamente, la producción. La reducción de la natalidad fue, de esta forma, un gran impulso para la economía de Occidente, a la vez que –por supuesto- un auténtico desastre a largo plazo. 7. Si nos situamos en el contexto de los años 70 del siglo XX, entendemos la importancia económica y política de este proceso. Finalizada la “Edad Dorada” del capitalismo, la estructura económica de Occidente parecía derrumbarse, aparentemente como consecuencia de la insuficiente rentabilidad de las inversiones. El neoliberalismo se encargó a partir de entonces de poner en marcha las medidas y estrategias necesarias para impulsar esta rentabilidad, incluyendo las privatizaciones, la contención o reducción de impuestos, el debilitamiento sindical, la globalización, las deslocalizaciones y, por supuesto, la disposición masiva de mano de obra barata femenina. 8. Como es habitual en las estrategias corporativas, en la finalidad de reducción de la población nos encontramos también con una combinación de objetivos económicos por un lado y de control o hegemónicos por el otro. Combinación de objetivos que se localiza también en las diferentes corrientes del corporativismo posmoderno, incluyendo el posmofeminismo, el catastrofismo climático, el globalismo o los movimientos migratorios. Objetivos que están perfectamente contrastados por el análisis económico, por los documentos estratégicos elaborados a todo lo largo de la Guerra Fría y por las declaraciones expresas de representantes de la élite corporativa y de colaboradores estratégicos de las mismas. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. Si compartes las ideas de este texto, crees que sería bueno hacer algo al respecto y vives en el País Vasco, ponte en contacto con nosotros. PDF:
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