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El gran médico griego Hipocrates solía recetar ajo como tratamiento de una gran variedad de enfermedades. La ciencia moderna ha confirmado recientemente muchos de esos efectos beneficiosos para la salud. El ajo crece en muchísimos lugares del mundo y es un ingrediente muy popular en la cocina debido a su fuerte aroma y su delicioso sabor. Sin embargo, históricamente, el ajo era muy apreciado por su efectos sobre la salud y sus propiedades medicinales. Su uso está bien documentado por todas las grandes civilizaciones, incluyendo: egipcios, babilonios, griegos, romanos y chinos. El bulbo entero se llama comúnmente cabeza, mientras que cada porcion se conoce como diente. Cada cabeza de ajos contiene entre 10 y 20 dientes. Ahora sabemos que la mayoría de los efectos sobre la salud son consecuencia de uno de los compuestos azufrados que se forman cuando picamos, trituramos o masticamos un diente de ajo. Este compuesto se conoce como alicina, y e
