Garci Nieto se ha referido a mujeres en la política como sirvientas, es decir, mujeres que ocupan un cargo para hacer el trabajo que le dicte un hombre. Y eso es machismo, ya que una mujer que ostenta un cargo público tiene, lógicamente, su propio cerebro, personalidad y convicciones. El coincidir con un hombre no convierte a la mujer en un títere de éste. Pero también es machismo el utilizar la palabra “sirvienta”, ya que ataca al 90 por ciento de las mujeres en este país que dedican en promedio 39.7 horas a la semana al trabajo doméstico no remunerado y a 2.5 millones de trabajadoras del hogar. Seguro el señor Garci fue criado por un hombre, uno lo llevo a la escuela, uno lo alimentó, uno lo vistió, un hombre lo cuidó cuando llegó a enfermar y ahora en su vida adulta tiene solo a hombres que le hacen de comer y le limpian su casa. Eso dicta su propia lógica. Visita Facebook:
Hide player controls
Hide resume playing