El cantor de las madres y las novias Letra: No hables mal de las mujeres, que hasta tiembla Dios que escucha, porque él sabe que tú caes en fatal murmuración; no hables mal de las mujeres que sin ellas en la lucha de la vida flaquearía sin cesar el corazón; no hables mal de las mujeres que retemplan nuestros pechos con caricias y ternuras y con magia celestial y la vida nos adornan cual finísimos helechos; no hables mal de las mujeres que no saben hacer mal. No hables mal de las mujeres que su savia nos brindaron y nos dieron de sus ansias lo más puro y lo sin par, y por darnos la vida con la muerte se enfrentaron, con la muerte que a sus almas ni siquiera hizo temblar. No hables mal de las mujeres aunque el odio te taladre, aunque rabies de despecho y te muerdas de rencor, que una de ellas te dio vida y una de ellas fue tu madre y una de ellas te hizo un hombre con trabajo y con amor. Ellas aman porque saben que en amar está la vida, ellas aman porque cumplen su misión de humanidad, porque sueñan, porque sienten su alma noble enternecida; pero sueñan, sienten y aman con suprema idealdad. Son confiadas, pero el hombre las arranca de su plinto, y en lugar de ser su guía, su guardián y su instructor, les promete el sol eterno de un amor que nace extinto porque es sólo simulacro de galán conquistador. Tango: 1947 Música: Alberto Margal Letra: Antonio Nápoli
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