En la última semana, a miles de mujeres (la mayoría muy jóvenes) les ha dado por reunirse en plazas de Santiago de Chile, Ciudad de México, Madrid, Barcelona, París, Nueva York, Bruselas, Monterrey, Berlín o la pequeña y violenta Ecatepec (México). La secuencia siempre es la misma: se tapan los ojos con una venda negra y cuando empieza a sonar la música (una base electrónica pegadiza), cantan y bailan una sencilla coreografía. La canción, ya catapultada a himno feminista global, se titulaUn violador en tu
Hide player controls
Hide resume playing