El ataque de represalia con drones perpetrado por Yemen contra Tel Aviv ha dejado en evidencia la vulnerabilidad defensiva del sionismo. El movimiento Ansarolá de Yemen logró ingresar a territorio ocupado palestino violando la cúpula de hierro, de la que Israel se jactaba y les permitía completo blindaje frente a la resistencia regional. Ha sido un ataque de respuesta al genocidio que comete Israel en la Franja de Gaza desde hace 290 días y que deja más de 39 000 asesinados. La resistencia yemení, ahora, asegura que comenzará la ejecución de la quinta fase de operaciones contra el sionismo en el Mar Rojo y el Océano Índico, donde hasta el momento ha atacado, con ayuda de la resistencia iraquí, a más de 150 barcos vinculados a Israel y sus aliados. Sin embargo, el régimen también ha atacado el puerto de Al-Hudayda, el principal de Yemen, la arremetida deja al menos seis personas muertas y decenas de heridos, pero Israel ha tenido que recurrir a la ayuda de EEUU para ejecutar su agresión, según la cadena libanesa Al-Mayadeen. En esta edición de Detrás de la Razón analizamos las vulnerabilidades del sionismo expuestas por el Eje de la Resistencia regional, en medio del genocidio contra la Franja de Gaza que se aproxima a los 10 meses. Por Juan Carlos Rozo.
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