Una panadería en Linyi (China), ha sorprendido al público al introducir panecillos rellenos de cigarras fritas. La idea surgió cuando el gerente de la panadería llevó a los niños a cazar cigarras doradas y descubrió que eran deliciosas. Decidieron combinarlas con pan y desarrollaron un bocadillo crujiente por fuera y suave por dentro. La reacción en línea ha sido positiva y la demanda es alta, aunque la producción limitada permite entregar solo unas pocas unidades al día. Cada bocadillo contiene alrededor de 10 cigarras y se vende por 29,9 yuanes.
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