El 19 de agosto la ONU publicó una noticia en la que afirmaba que el sistema fiscal mundial necesita una reforma para ayudar “a las naciones del mundo a impulsar el crecimiento económico y alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 objetivos” . Dicho sistema deberá fijarse en una convención internacional que “tenga el potencial de abordar significativamente la arquitectura de los sistemas financieros mundiales”. ¿Quiénes deberán pagar más impuestos? Pues las grandes empresas multinacionales y las personas con alto patrimonio. Si no, no obtendrán sus certificaciones y serían castigadas financieramente. Lo paradójico es que muchas de esas empresas hoy se adhieren a grupos o plataformas para poder obtener, precisamente, dichas certificaciones otorgadas por la ONU impulsando algunos de los objetivos sostenibles de la Agenda 2030. ¿Sabrán los empresarios que mediante ese mecanismo alimentan este sistema que va por ellos? E
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