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La daga de Tutankamón es una de las piezas arqueológicas más increíbles que existen en el mundo. En realidad, Howard Carter descubrió dos dagas en la tumba del faraón Tutankamón. Una de ellas, la que muestro aquí, es de oro macizo (mi réplica no es de oro) y otra, aún más impresionante, de hierro meteórico, es decir, fue elaborada con hierro de un meteorito. Por esto, por provenir de el espacio, se le conoce como la daga extraterrestre del faraón. En la Antigüedad, tanto en el Antiguo Egipto como en otras regiones, se empleaba el hierro procedente de los meteoritos para realizar armas y objetos ornamentales. Así, encontramos las cuentas de Gerzeh (en Egipto), el hacha de Ugarit. (Siria) o la daga de Alaca Hoyuk (Turquía). Estas dagas elaboradas con oro, hierro y piedras preciosas fueron descubiertas en el interior de la tumba de Tutankamón, en la KV62, junto a la momia del faraón niño y, según se
