Lección impartida por Gustavo Bueno Sánchez en la Escuela de Filosofía de Oviedo, el lunes 9 de enero de 2023. El pdf con las imágenes utilizadas, que contiene enlaces activos a sitios que se mencionan, en: [ Nota muy importante. En el curso de la intervención se han indistinguido, como si fuera uno solo, dos Julio Tumiri ex diputados bolivianos fallecidos en 2007: Julio Tumiri Apaza (fallecido el 14 de enero de 2007) y Julio Tumiri Javier (fallecido el 3 de mayo de 2007). (12 enero 2023)] 00:00 25:00 Catecismo de Google 37:27 De cómo se enteró de Abya Yala el que les habla 51:32 Filosofía andina, de Josef Estermann 1:05:36 Variaciones de Abya Yala en la Filosofía andina 1:08:16 David Stoll publica Pescadores de hombres 1:19:29 Constantino Lima Chávez 1:21:59 Constantino Lima y la Whipala 1:28:50 Constantino Lima y la invención de Abya Yala 1:34:20 Cofundador de MITKA en 1978 1:41:42 Constantino Lima en 1979 en París 1:44:55 Constantino Lima en 1986 por Madrid 1:49:19 Declaración indigenista de Sevilla 1:54:00 Constantino Lima en 2021 1:58:00 El salesiano Juan Bottassoa 2:03:15 José Enrique Juncosa Blasco 2:10:45 Xiomara y Manuel Chichipe Kanakiri 2:13:32 Frecuencia de Abya Yala según Ngram de google 2:15:52 Número de paginas, por dominios, que contienen Abuya Yala 2:21:48 Evo Morales impulsa Runasur 2:23:15 Abya Yala Soberana 2:29:37 Ministras podemitas 2:31:09 Cuerpas gordas de Abya Yala 2:35:02 Coloquio En 1958 publica el historiador mexicano de origen irlandés Edmundo O’Gorman un libro que pronto se convierte en clásico: La invención de América. Preso de colonmanía hace sustancia de algo que no deja de ser trivial, que Colón no descubrió América (siempre se supo que, en perspectiva emic, Colón ignoró hasta su muerte el alcance de su “descubrimiento”: cuando su tercer viaje ya sabía que aquello no eran las Indias a las que esperaban arribar… creía haber dado con el bíblico Paraíso terrenal), ensayando O’Gorman la reconstrucción del proceso histórico de la “invención” de América… Treinta años después los organizadores de la Expo ’92 que se había de celebrar en Sevilla el año del Quinto Centenario bajo el lema “La Era de los Descubrimientos”, encargan a Gustavo Bueno un informe cuya parte teórica abre el primer número de la segunda época de El Basilisco: “La Teoría de la Esfera y el Descubrimiento de América” (septiembre-octubre 1989, págs. 3-32). O’Gorman estaría preso, según Bueno, de realismo ingenuo al presuponer una nítida distinción entre descubrimiento e invención, “al exigir el reconocimiento, para América, del estatuto de una realidad preexistente a los descubridores”, concluyendo Bueno que “América es un descubrimiento constitutivo, no es un mero descubrimiento manifestativo, ni tampoco una invención.” El indigenismo, bien engrasado por protestantes y católicos combatientes en la Guerra Fría contra el ateísmo soviético, constituye en Canadá el Consejo Mundial de Pueblos Indígenas, tras la Primera Conferencia Internacional de Pueblos Indígenas (27-31 octubre 1975). A este concilio asiste invitado el líder aymara Takir Mamani, representante de Mink’a de Bolivia, quien en su viaje de vuelta recala en Panamá para visitar a los indios cuna. Se dice que allí se le ocurre que no existe nombre aborigen que designe en su conjunto al continente americano y decide adoptar un término cuna: “el continente Abya Yala lo mismo, si no conseguimos cuál es su nombre, pues lo vamos a inventar, vamos a bautizar, y vamos a dar el nombre a nuestro continente, porque el nombre de ese criminal, Américo Vespucio, no puede seguir en este continente, &c.” (declara Takir Mamani en 2014 en buen español, minutos 34:15-34:42). Juan Bottasso, misionero católico italiano dedicado desde 1964 a “la formación del movimiento indígena amazónico de la nacionalidad shuar”, se convierte en principal agente propagador de la reciente invención: ya en 1976 ha organizado en Ecuador “Ediciones Abya-Yala”, magnífico difusor de la novedosa invención en todos los libros que van publicando: Ni los cuna, ni los aymara, ni los aztecas, ni los mayas, ni los incas, ni los españoles de 1492 podían denominar al “continente americano en su totalidad” de ninguna manera, simplemente porque no existía ni podía existir tal concepto, pero la oportuna invención de Abya Yala (fuera cosa de Constantino Lima Chávez (a) Takir Mamani o del salesiano Bottasso) se sigue abriendo camino y su propagación es otro síntoma interesante de la pandemia de enfermedades ideológicas que nos envuelven.
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