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Los valses de Federico Chopin son piezas de tiempo mediano, como los valses comunes de 3/4, pero notoriamente diferentes de los valses vieneses, al ser interpretaciones para concierto y no para baile. Algunos son accesibles para pianistas de habilidad moderada, pero los más difíciles requieren una técnica avanzada. La “Invitación a la danza“, de Karl María von Weber, sirvió como modelo para estos valses. Chopin empezó a componer valses en 1824, a la edad de catorce años, y siguió componiéndolos hasta su muerte en 1849. El más famoso de ellos es el “Vals del minuto“ en Re bemol Mayor, compuesto en 1847 (Op. 64). Chopin publicó ocho valses durante toda su vida. Otros cinco fueron publicados con núm. de Opus en la década siguiente a su muerte, y desde entonces otros siete han sido publicados sin núm. de Opus. De estos, dos son de dudosa autoría. Esto lleva a un total de dieciocho valses canónicos, aunque c
