Este principio es aplicable no solo a ruedas, sino a cualquier objeto que gire en torno a un eje. Por ejemplo, en un disco giratorio de un parque de atracciones, sentarse en el centro del disco proporciona una experiencia mucho más estable comparado con sentarse en el borde, donde la fuerza centrífuga es mucho mayor y genera una sensación de empuje hacia afuera.
Hide player controls
Hide resume playing