El papa Francisco lavó, secó y besó los pies de doce reclusos en una cárcel de Civitavecchia (Italia) durante una ceremonia en motivo de la Semana Santa. El acto buscaba replicar el ritual descrito en la Biblia en las que Jesucristo hizo lo mismo con sus apóstoles como muestra de humildad.
Hide player controls
Hide resume playing