Impuesto de sucesiones o el estado necrfago

Cuando el estado decide meter mano en las herencias, se vuelve más carroñero y depredador que nunca. Roba a los muertos y además lo hace con bienes que han tributado ya tres veces. Si queremos vivir en una sociedad justa y moral, debemos reconocer que nosotros, como individuos, no tenemos ningún derecho legítimo a la propiedad de otros, incluso si los demás son herederos potencialmente ricos, incluso cuando nos unimos como una sociedad. Deja de mirar lo que heredan los demás y preocúpate de lo que generas tu para ti mismo y para los tuyos. Permite a la gente que disfrute del esfuerzo que sus padres hicieron en su día y decidieron invertir en su futuro. La riqueza es intergeneracional, cuanto antes os déis cuenta, màs felices sereis. Antes de aullar con furia porcina sobre detalles técnicos de los vídeos, te invito a que leas el siguiente decálogo: La única rebelión posible