En este relato, Perrault nos sumerge en un mundo mágico donde las hadas desempeñan un papel crucial. La historia comienza con una viuda que tiene dos hijas: una mayor, orgullosa y poco amable, y una menor, dulce y honesta. La madre favorece a la hija mayor, relegando a la menor a tareas arduas como ir a buscar agua a una lejana fuente. Un día, mientras la joven está en la fuente, se encuentra con una pobre mujer que le pide agua. La joven, amable y generosa, le ofrece agua cristalina y, en realidad, ayuda a un hada. Como recompensa, el hada le otorga un don: cada palabra que pronuncie saldrá de su boca como una flor o una piedra preciosa. La historia se desarrolla con giros inesperados y una moraleja profunda. A través de la bondad y la amabilidad de la hija menor, Perrault nos enseña sobre la importancia de actuar con generosidad y cómo nuestras acciones pueden tener consecuencias sorprendentes. En resumen, “Las Hadas” es un relato que nos invita a reflexionar
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