Un ayudante del sheriff de Florida saltó a una embarcación vacía que se desplazaba fuera de control a más de 65 km/h, después de que su capitán cayera por la borda. Los guardacostas ya habían intentado detener la embarcación con un dispositivo de inmovilización de hélices, pero la maniobra no funcionó. Así que, los agentes de Policía se lanzaron en su persecución y, cuando consiguieron ponerse a la altura de la embarcación, uno de ellos saltó a bordo y paró los motores. El conductor de la embarcación fuera de control fue salvado por un buen samaritano, según confirmó la oficina del sheriff.
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