Desde la Edad Media está registrada la afluencia de peregrinos a este lugar, donde descansaban los restos de Santo Toribio, al que se le otorgaban propiedades curativas y milagrosas. Allí se acudía, igualmente a adorar el Lignum Crucis, por eso a los peregrinos del Camino Lebaniego se les conocía como “crucenos”, “Peregrinos de la Cruz”, los que llegaban a adorar a la Cruz. El camino hacia su Monasterio se llama Camino Lebaniego y este año 2023 se celebra el Año Jubilar Lebaniego.
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