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Productos a cambio de un “like” o correos suplantando a empresas de paquetería son algunos de los engaños. Las redes sociales en ocasiones se han convertido en fuente de entrada para la difusión de estafas, los ciberdelincuentes las pueden utilizar para ofertar artículos llamativos que no existen o para redirigir a páginas fraudulentas. Los expertos de la Unidad de Ciberdelincuencia advierten sobre los peligros del “typosquatting”, es decir, entrar en una página web maliciosa que tiene una dirección muy similar, pero no exactamente igual, a la del sitio verdadero. Es preciso comprobar que se está realizando la compra desde un sitio seguro, -debemos comprobar que comience por https y tenga un candado en la barra de direcciones-, además de utilizar plataformas intermedias de pago o tarjetas específicas para compras online, prepago o con un saldo reducido.
