Un empleado de seguridad del Sanatorio Finochietto de la Ciudad de Buenos Aires vio ingresar a una persona, tomó sus datos, le indicó cómo llegar al sector de la guardia y le ofreció una silla de ruedas. Pasaron las horas y como el paciente nunca se retiró, el vigilante llamó a los médicos y estos le dijeron que se había presentado nadie. Cuando el sereno intentó corroborar los datos del paciente le avisaron que eran incorrectos porque la persona había fallecido el día anterior. Las imagenes de la camara de seguridad muestran como claramente las puertas automaticas del sanatorio se abren y el guardia habla con alguien que la camara no logra captar. El hecho se viralizó y ahora se discute si fue una broma de mal gusto o un hecho paranormal.
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