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Cuando, por cualquier causa, se produce una esofagitis grave que se extiende hacia los estratos más profundos del esófago, se origina una proliferación fibroblástica que reduce la luz y flexibilidad del esófago. La estenosis secundaria a la esofagitis impide el paso normal del bolo alimenticio provocando la regurgitación del mismo. En los animales con estenosis esofágica podemos observar desnutrición, perdida ponderal, polifagia, fenómenos de pica y otros síntomas consecuentes a la incapacidad física de que llegue el alimento al estómago. El reflujo gastroesofágico que se produce, en algunos casos, durante la anestesia es la etiología más común de estenosis esofágica. La observación de regurgitaciones en los días posteriores a una anestesia general, sin un historial previo, debe hacernos sospechar de una estenosis posquirúrgica. La dilatación con catéter balón es el procedimiento más adecuado para la resolución de estrecheces esofágicas benignas, teniendo resultados superiores a la cirugía o al sondaje. La
