La Selección española no jugaba en tierras extremeñas desde 2009, pero la espera ha merecido la pena si nos fijamos en la íntima comunión demostrada por equipos y aficionados durante estos dos días en Badajoz. De un espectacular recibimiento a una cariñosa despedida entre agradecimientos y firma de autógrafos, pasando por un deslumbrante triunfo por goleada ante Georgia: todo ha resultado a la perfección en este fin de semana veraniego. Como colofón, el propio seleccionador nacional y sus jugadores se han bajado del autobús instantes antes de iniciar viaje al aeropuerto para compartir unos últimos momentos con los aficionados, estampar su autógrafo en las camisetas y fotografiarse con los seguidores que han despedido al equipo. Una genuina comunión entre equipo e hinchada gracias al color y calor de la afición extremeña, representante de todo un país que sueña con ver a su combinado nacional en la pr
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