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Cuando el régimen israelí comenzó su agresión en la Franja de Gaza, no anticipaba tal resistencia por parte de los combatientes de HAMAS. Sin embargo, ahora, más de cinco meses después de comenzar esta brutal campaña militar, el régimen de Tel Aviv ha llevado su economía a tan mal estado, que se ha visto obligado a retirar sus reservistas del campo de batalla, para tratar de enderezar en algo, la economía, mientras busca más dinero para continuar este genocidio contra la población civil palestina. Hola, soy CARLOS ALONSO y esto es BRECHA ECONÓMICA. Sin más preámbulos, vamos con la HOJA DE RUTA que nuestro equipo ha diseñado para esta edición. 1. En medio de este genocidio promovido y ejecutado por el régimen israelí en contra del pueblo palestino en Gaza, la economía de Israel se está viendo severamente afectada, concretamente en sectores clave como el caso de la tecnología, por mencionar uno de tantos. La caída de la economía ha propiciado un desplome del Producto Interno Bruto de un 19,4 %. Y una de las causas de esta crisis económica es la falta de inversión y la escasez de mano de obra, ya que el régimen decidió enrolar a reservistas que formaban parte del capital humano y cesar de sus empleos a parte importante de la población activa palestina. 2. Ya hacíamos referencia a que el sector tecnológico es uno de los más perjudicados dentro de la economía israelí, debido a este genocidio ejecutado por el mismo régimen y al que se niega a poner fin. Es importante destacar que ya antes del 7 de octubre, el sector de la tecnología venía siendo blanco de un descenso importante en sus niveles de productividad y comercio. A todas estas, los valores en estos rangos, se desplomaron de casi $17 mil millones a $7,5 mil millones en lo que respecta a inversiones. Para colmo de males, la inestabilidad política en Israel, desde antes del 7 de octubre, ya viene siendo muy, pero, muy crítica, debido, entre otros aspectos, a la reforma judicial planteada por Netanyahu para evitar ser juzgado y encarcelado por delitos de corrupción y, sin duda, por crímenes de lesa humanidad. 3. Además de requerir enormes cantidades de dinero para poder seguir adelante con el genocidio en Gaza, el régimen se ha visto obligado a retirar a unos 300 mil trabajadores de sus trabajos y enrolarlos como reservistas. Cómo planteamos anteriormente, esto ha generado una escasez laboral sin precedentes que viene afectando, cada vez más, a la economía israelí, por lo que han tenido que ser reintegrados a sus trabajos urgentemente.
