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PDF: RELACIONES INDIVIDUALES DE TRABAJO 1. En la evolución de los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores, no sólo los sindicatos y las relaciones colectivas, también las relaciones individuales tienen un espacio propio. 2. Esta realidad es la base conceptual en la que se han apoyado algunas teorías empresarialistas radicales con el fin de intentar colocar las relaciones individuales entre trabajador y empresario como alternativa a las relaciones colectivas. Una alternativa que, supuestamente, debe permitir mejorar el clima de la empresa y encaminar a empresarios y trabajadores a un marco de convivencia y mutuo respeto, siempre que se consiga que este tipo de relación adquiera un peso sustancial en la dinámica empresarial, suficientemente por encima del peso de las relaciones colectivas. 3. Los intereses empresariales en impulsar las relaciones individuales frente a las colectivas son evidentes, precisamente porque la acción colectiva es lo que permite a los trabajadores disponer de suficiente fuerza negociadora para mejorar significativamente sus condiciones salariales y laborales. 4. Evidentemente, es cierto que las relaciones individuales entre empresario y trabajador permiten, en determinados casos, avanzar en la mejora de las condiciones de los trabajadores. O, mejor dicho, de trabajadores o grupos de trabajadores concretos. 5. Porque los defensores de impulsar la individualización de las relaciones laborales se olvidan de advertir que, a través de esta individualización, las condiciones laborales se mejoran pero también se empeoran. Determinados grupos de trabajadores especialmente cualificados, en función de la situación del mercado de trabajo, pueden conseguir mejoras laborales a través de relaciones laborales individuales. Pero, al contrario, estas relaciones individualizadas pueden permitir al trabajador tratar sustancialmente peor a trabajadores que no sepan defenderse adecuadamente o sin capacidad negociadora como consecuencia de su desempeño profesional, su puesto de trabajo o la situación del mercado de trabajo. 6. En conjunto, lógicamente, la individualización de las relaciones laborales es claramente negativa para los trabajadores, precisamente como consecuencia de que la actuación colectiva de los mismos es lo que les da fuerza negociadora. 7. En cualquier contexto, los empresarios siempre intentan recurrir a la negociación individual, al menos con determinadas personas y colectivos, precisamente porque saben que a través de ese tipo de relación disponen de una mayor fuerza negociadora. 8. Por supuesto, todos los trabajadores deben ser capaces de gestionar un determinado ámbito de individualidad en las relaciones laborales. Eso sí, siendo perfectamente conscientes de que la Historia demuestra una y otra vez que las relaciones colectivas y los sindicatos son el factor clave detrás del avance a medio y largo plazo en las condiciones salariales y laborales de los trabajadores. Éste es un proyecto de EKAI Center, en colaboración con la Vicepresidencia Segunda del Gobierno, Ministerio de Trabajo y Economía Social. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros.
