Disfruta de una magistral interpretación del tenor venezolano ALFREDO SADEL que realiza del tango-canción POR UNA CABEZA, cuya música pertenece al cantor argentino CARLOS GARDEL y la letra al compositor brasileño-argentino ALFREDO LEPERA. Este tango fue grabado por primera vez el 19 de marzo de 1935, para la película TANGO BAR y luego se convirtió en el más solicitado del repertorio del astro argentino. Como es sabido, Gardel era un gran aficionado a las carreras de caballos y llegó a ser propietario de caballos de carrera. El maestro Terig Tucci, gran director y arreglista que acompañó a Gardel en varias grabaciones discográficas, relata una simpática anécdota en su libro GARDEL EN NEW YORK en relación a la creación de este tango: “A las tres de la mañana sonó mi teléfono. Medio dormido levanto el receptor y oigo la voz de Carlitos Gardel que me dice con evidente satisfacción: Che viejo, acabo de encontrar una melodía macanuda para un tango que llamaré “Por una cabeza“. Y procedió a tararearla de inmediato. No sé si sería porque todavía no me había despertado del todo, que al oír el fruto de su inspiración, ni la melodía ni la letra me impresionaron y así se lo dije. Algo molesto, me contestó con su fina ironía: Mira, Beethoven, vos te quedás con tus corcheas y semifusas; pero no te metás conmigo en asuntos de caballos porque de eso yo sé más que vos“. Tras oírlo, me causó gracia la comparación y comprendí que nadie como él, carrerista empedernido y dueño de un gran stud, podía hablar con más autoridad de temas hípicos; nadie como él podía conocer la emoción del jugador de ver a su caballo llegar victorioso, ni sentir desaliento de verlo flaquear en el momento mismo en que un supremo esfuerzo lo hubiese colocado en la categoría de ganador. Sí. tenia razón. Además, yo sabía que, lo mismo que otras canciones que a veces nos parecen triviales al principio, el genio de Gardel engrandecería ese tango hípico“. “Por una cabeza“ fue compuesto en 1935 e inicialmente era interpretado por Gardel acompañado por piano, guitarra y violín, con cuyo acompañamiento se lucía su voz de un modo sensacional. La expresión “por una cabeza“ sigue siendo muy usada en la jerga hípica. ALFREDO SADEL, Manuel Alfredo Sánchez Luna, “El Tenor Favorito de Venezuela“, nació en Caracas el 22 de Febrero de 1930 y murió en esa misma ciudad el 28 de Junio de 1989, fue el más completo cantante popular romántico y lírico de Venezuela; además uno de los primeros bolerista de su país que popularizó temas como DESESPERANZA, ME QUEDA EL CONSUELO, ESCRÍBEME, CERCA DE TI, LLORASTE AYER, SON DOS PALABRAS, etc. El apellido de su nombre artístico surgió de la primera sílaba de su propio apellido paterno y de la última del apellido Gardel, cantante argentino al que Alfredo admiró profundamente. En 1948 Sadel inició su carrera cantando pasodobles. El pasodoble titulado Diamante Negro, fue dedicado al gran torero venezolano Luis Sánchez Olivares, conocido como Diamante Negro; siendo este pasodoble la primera grabación realizada por la industria discográfica venezolana. SADEL se consagró cantando boleros en la década del 50 y gracias a su portentosa voz se hizo merecedor del título popular de “El Tenor Favorito de Venezuela“. Fue el primer artista venezolano de fama internacional que realizó exitosas giras en países como México, Cuba y Estados Unidos, incursionando también en el cine internacional. Entre sus éxitos más destacados figuran Desesperanza, Dí, Mi Canción, Tu no comprendes, Yo soy aquel cantor, Desvelo de Amor, Amor de mis Amores, Granada, Dominó, Toledo, El cumaco de San Juan, Ansiedad y muchos más. En 1962, en lo más alto de su fama, decidió dedicarse exclusivamente a la lírica, cantando óperas y zarzuelas, siendo reconocido en los grandes escenarios del mundo entero. En 1979 volvió a la música popular grabando dos discos con el Trío Los Panchos y numerosos discos donde interpretó tangos, rancheras y boleros. Alfredo sigue siendo el máximo ídolo de la música de su país. En su memoria una plaza en la urbanización caraqueña de Las Mercedes lleva su nombre, al igual que la Compañía Nacional de Opera y el Teatro Municipal de Caracas. Paralelamente a su brillante actividad profesional, fue un hombre preocupado por la superación de su gremio, lo que le motivó a fundar junto con otras figuras artísticas venezolanas, la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena - AVADE, de cuya institución fue mentor, promotor y destacado directivo (presidente). Sadel fue además un artista que trabajó arduamente por su superación personal y profesional, destacándose como un ciudadano ejemplar y amante padre de familia. Su nombre y su trayectoria representan un gran orgullo para todos los venezolanos, quienes recuerdan con cariño y admiración su apuesta figura de galán y su gran voz.
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