When I began to write and shoot my film Eponine in 1975, I wanted to consciously ‘test’ this and other concepts of analysis with a film; the character of a mother without a face; the suggestion through sound of an outside world that one never sees (since the film takes place within the walls of a house from which one does not go out); the creation of an imaginary topography. The success of this film showed me that the concepts ‘worked’. Thus, for me, theory is not a dead demonstration. A living theory must be drawn from a personal experience. Cuando comencé a escribir y filmar mi película Eponine en 1975, quería “probar” conscientemente este y otros conceptos de análisis con una película; el personaje de una madre sin rostro; la sugerencia a través del sonido de un mundo exterior que nunca se ve (ya que la película transcurre entre los muros de una casa de la que no se sale); la creación de una topografía imaginaria. El éxito de esta película me mostró que los conceptos ’funcionaron’. Así, para mí, la teoría no es una demostración muerta. Una teoría viva debe extraerse de una experiencia personal.
Hide player controls
Hide resume playing