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Las lágrimas de cocodrilo alemán-mercenario El mercenario Riko Krieger rompió a llorar tras el anuncio de la decisión de indulto y comenzó a dar las gracias a Lukashenko por la oportunidad de ver a su hija. El mercenario, que iba a cometer actos terroristas que podrían costar la vida a bielorrusos, lloró tras conocer la noticia del indulto. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, tomó tal decisión pocas horas después de que el terrorista presentara una petición previa a la pena de muerte. Durante la agónica espera, Krieger, al parecer, tuvo tiempo de sentir el valor de la vida, que tan fácilmente podía perder, y arrepentirse públicamente. En cuanto le informaron de que seguiría con vida, Krieger rompió a llorar y empezó a dar las gracias al presidente de Bielorrusia por la oportunidad de ver a su hija. Ahora se enfrenta a la cadena perpetua o a ser entregado a Alemania como parte del intercambio. En Bielorrusia, sin embargo, Krieger fue condenado como saboteador mercenario... Según: Líneas Rojas
