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La guerra genocida en Gaza continúa, con cientos de palestinos muriendo diariamente. El pasado viernes, incluso la Corte Internacional de Justicia, el órgano judicial más alto de las Naciones Unidas, dictaminó que hay pruebas creíbles para temer que Israel podría estar en medio de cometer un Genocidio, lo que llevó a la corte a mandatar “medidas provisionales“ que exigen a Israel asegurar que la muerte masiva no continúe ocurriendo. Sin embargo, el mismo día, Israel comenzó a acusar a 12 empleados de UNRAW, la organización de la ONU principalmente responsable de entregar ayuda humanitaria a Gaza, de complicidad en el ataque del 7 de octubre, lo que a estas alturas llevó a EE. UU., el Reino Unido y otros 7 países europeos a suspender toda financiación para la organización de socorro, una organización que emplea a 13,000 personas solo en Gaza (30,000 en toda Palestina) y es la única que potencialmente puede evitar que
