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Es necesaria una presión sobre Benjamin Netanyahu y su gabinete para que acepten lo acordado meses atrás sobre un alto al fuego en la Franja de Gaza. Así ha reaccionado el movimiento de resistencia palestina Hamás. Uno de los puntos en disputa sigue siendo la postura israelí de mantener el control del corredor de Filadelfia. Con esto mantiene dominio en el paso clave en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto, algo en lo que existe posibilidad de consenso con Hamás. La resistencia tilda esta postura como una de las herramientas con las que Netanyahu espera frustrar un posible acuerdo. En otro tema, la cuestión de los retenidos en Gaza, que ha despertado el malestar de los propios israelíes con el gabinete de ultraderecha sigue en discusión, ya que desde Hamás se ha dicho que el destino de los retenidos sionistas está en manos del criminal de guerra, Benjamín Netanyahu, como se le determinó al premier. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió por segunda oportunidad en menos de una semana para abordar la emergencia sobre Gaza. El embajador palestino ha subrayado la necesidad de un alto al fuego urgente en el enclave costero, insistiendo que todo el mundo lo dice, no sólo los palestinos, sino los millones de israelíes que están en las calles, que se preocupan por sus retenidos. En esta edición de Detrás de la Razón analizamos las repercusiones que deja el creciente rechazo al genocidio de Israel en la Franja de Gaza y las advertencias del Eje de Resistencia a Tel Aviv por los ataques contra los palestinos y los líderes de los Movimientos de Resistencia.
