Crece y se extiende por toda España la indignación contra el traidor Sanchez y el claudicante PSOE. En Málaga, la masiva protesta contra la ilegal amnistía pactada por el jefe de los socialistas con el golpista Puigdemont y las cesiones hechas a todos los delincuentes y facinerosos dispuestos a votar a favor de la investidura del traidor, ha obligado a Pedro Sánchez a encerrarse junto al canciller alemán, Olaf Scholz, cerca de tres horas en la subdelegación del Gobierno de la ciudad andaluza. Ambos han accedido al edificio entre abucheos alrededor de las seis de la tarde, media hora antes de lo previsto, para intentar evitar la manifestación. Sin éxito, porque la ciudadanía ha acudido en carrera, correando '¡Pedro Sánchez, hijo de puta!' y ha 'cercado literalmente la subdelegación, a pesar del apabullante despliegue policial y las amenazas de Marlaska. La salida de Sánchez y del estupefacto canciller germano, que no daba crédito a lo que veía, se ha producido pocos minutos antes de las nueve de la noche. Una hora y media después de finalizar el encuentro. Por culpa de eso Sanchez se ha visto obligado a cancelar su presencia en un acto del PSOE al que tenia previsto acudir a las ocho de la tarde.
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