Cuando interpretamos subjuntivos en contexto nos parece entender que el hablante está haciendo cosas que en realidad no está haciendo, como “declarar“ el contenido del verbo marcado con subjuntivo. Por ejemplo, si alguien dice “Me alegro de que hayas venido“, muchos individuos humanos están convencidos de que este otro humano ha declarado, gramaticalmente, que la otra persona ha venido. Pero no es verdad: el contexto nos engaña. En este video se puede observar despacio, por primera vez en la historia, la esquiva sombra de un subjuntivo en toda su intrépida virtualidad.
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