La familia fue alertada a medianoche sobre el inesperado visitante por los ladridos de su perro, un pastor australiano. En un principio, el dueño pensó que se trataba de un gato que había entrado a su hogar; sin embargo, al investigar por qué su mascota se inquietó, se encontró con un caimán de 1,5 metros en el pasillo. El reptil fue capturado por agentes del Departamento de Vida Salvaje y Pesca del estado de Luisiana y reubicado a una zona segura dentro de su hábitat.
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