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Mientras los rusos lanzaban su ofensiva sobre las posiciones ucranianas en Kursk, un Blinken cariacontecido, con apariencia cándida y en consternación, declaraba ayer lo que sabía significaba la confrontación directa con Rusia. Putin hoy mismo reflejaba en su lenguaje corporal y en sus palabras la profunda preocupación por la deriva occidental y comunicaba a sus subordinados la necesidad de estar preparados para el peor de los escenarios. Los líderes occidentales no cederán y llevarán al mundo a la peor guerra imaginable con tal de imponer su criterio. No se equivoquen, esto terminará muy mal para occidente (eso es seguro al 100%) y quizá para todo el planeta. Es demasiado tarde, cierto, pero más vale tarde que nunca. Reflexionen, por favor, traten de hacer llegar este mensaje que damos aquí a sus conocidos. Es necesario dar una respuesta clara al mundo: occidente está equivocado, no queremos la destrucción. Es necesario entender y aceptar
