Durante la semana que duró el cese al fuego en Gaza, varios de los rehenes en manos de la resistencia palestina fueron liberados. Antes, los medios dominantes habían especulado con su destino: “enterrados vivos, enterrados vivos, escondidos, deportados o ejecutados”. Sin embargo, los videos de la liberación de rehenes mostraron un fuerte contraste con esa retórica instalada por la prensa corporativa. Es más, pese a que el régimen invasor trató de impedir que se difundieran los testimonios de los ex rehenes, un corresponsal de un canal israelí dijo: “Afirmaron que no fueron sometidos a torturas ni a malos tratos. Todos los rehenes estaban juntos, hablando de buenas condiciones y trato por parte de los hombres de HAMAS. Además de darles medicación, no fueron sometidos a tratos violentos ni torturas”. En contraste, los prisioneros palestinos denunciaron ser maltratados, golpeados y torturados. Al respecto, la activista palestina Ahed Tamimi, recientemente liberada, denunció: “No hay comida, no hay agua, no hay nada, no hay camas. Duermen en el suelo. La situación dentro de las prisiones es muy muy difícil”. Y mientras el portavoz de Unicef denuncia que el clamor del mundo no es escuchado por quienes motorizan esta masacre, vemos que se reiniciaron los ataques israelíes sobre civiles en Gaza. En este sentido, tal como ya sucedió semanas atrás, el ejército invasor le dijo a la gente se trasladara un lugar y una vez que los civiles huyeron allí, los bombardearon: Esta vez se repitió en Rafah. Hablamos sobre todos estos temas y del “terrorismo semántico” que emplean los medios de comunicación occidentales para justificar la continuidad de los bombardeos, con Fernando Isas, conductor del programa radial “Detrás de los Muros”. Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que consumamos.
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