¿Será posible crear a partir de los BRICS y la Organización de Cooperación de Shangái una organización-superpotencia? Hace unos meses el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, declaró que Minsk apoya sistemáticamente el emparejamiento de los formatos de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), Unión Euroasiática (EAEU) y los BRICS, lo que contribuirá a contrarrestar la política de contención de los “países indeseables“ llevada a cabo por Occidente. La lógica es clara: los integrantes de los dos grupos en gran medida coinciden. Si tomamos los participantes básicos de la OCS y los BRICS, los tres Estados básicos, es decir, Rusia, China, la India, forman parte de ambas organizaciones. La idea de unir las organizaciones es interesante y digna de un mayor desarrollo, pero su puesta en práctica es la segunda cuestión. La OCS y los BRICS han celebrado en dos ocasiones actos conjuntos, por ejemplo, en 2015, los líderes de los Estados miembros de ambas organizaciones se reunieron en un mismo lugar en la ciudad rusa de Ufá y mantuvieron conversaciones durante dos días. Pero hay una propuesta más reciente, la semana pasada el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, sugirió que los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) aunaran esfuerzos para lograr la paz y la estabilidad. La iniciativa pretende lograr avances en la seguridad y la estabilidad a nivel mundial, así como establecer un orden internacional político y económico más racional. Dada la reciente ampliación de los BRICS no tiene mucho sentido fundir dos organizaciones internacionales, pero hay una importante aclaración. Efectivamente, es posible unir esfuerzos de los dos grupos, uno político-económico y el otro más dedicado a las cuestiones de defensa y seguridad, con el fin de crear las condiciones para una estabilidad duradera en el continente euroasiático y más allá de él. #asia #latinoamérica #áfrica ——— @lineasrojas | Únete a la lucha por la verdad Источник: Líneas Rojas
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