Entre 1163 y 1345, París vio alzarse la catedral de Notre Dame y en 1257 acogió la fundación de una importante universidad. En torno a estas dos instituciones, un grupo compositores dio forma a una nueva manera de escribir la música que enriqueció las ceremonias religiosas. La convivencia de distintas voces en una misma partitura, basada en patrones rítmicos repetitivos, dio como resultado unas composiciones hipnóticas, refinadas y grandiosas. Muchas de ellas están, además, basadas en elegantes textos latinos cargados de imágenes poéticas. 0:00 Pedro Abelardo (1079-1142): O quanta qualia (himno) 01:59 Anónimo: Hodie Christus natus est (antífona) 04:29 Anónimo: Hec dies leticie / Hec dies (motete) 06:32 Pedro Abelardo: Da Marie tympanum (himno) 08:01 Anónimo: Virgo viget / Castrum pudicie / Flos filius (motete) 08:54 Anónimo: Plus bele / Quant revient / L’autrier / Flos filius (motete) 09:44 Pérotin: Beata viscera (conductus) 12:32: Pérotin: Vide prophetie (conductus) 15:47 Anónimo: Benedicamus Domino (organu
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