Debido a las decisiones de Washington, cada vez es más difícil una salida negociada al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, opina un analista. El presidente Joe Biden anunció que enviará municiones de racimo a Ucrania para ayudar al país eslavo a repeler las fuerzas rusas que se encuentran a lo largo de las líneas del frente. El envío forma parte de un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev. Sin embargo, la medida ha provocado la indignación entre algunos países aliados y grupos humanitarios, que se han opuesto durante mucho tiempo al uso de bombas de racimo. Durante una entrevista concedida este sábado a la cadena HispanTV, el experto en geopolítica Christian Lamesa ha dicho que, debido a las decisiones de la potencia norteamericana, solo va quedando lugar para que el conflicto se dirima con “un triunfador y un perdedor”, haciendo la situación más riesgosa no solo para los contendores, sino para la humanidad. “Cada vez es más difícil una salida negociada a esta situación”, ha apuntado Lamesa. Además, ha puesto de relieve que Occidente sigue ejecutando sus a acciones para ver hasta qué punto Rusia tiene paciencia y no recurre a sus elementos disuasorios, como los misiles hipersónicos, por ejemplo. Las municiones de racimo son bombas que se abren en el aire y liberan pequeñas “submuniciones” en un área extensa de terreno. Su utilización ha generado preocupaciones en términos de violaciones del Derecho Internacional Humanitario. La última vez que Washington usó a gran escala este tipo de bombas, fue durante su invasión a Irak en 2003, según el Pentágono. Fuente: HispanTV Noticias
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