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Aquí se responden dos preguntas las que están arriba: “Dios todo lo hace bueno“ y “Porque toda decisión de Dios es buena siempre“ son afirmaciones que provienen de la creencia en un Dios todo-poderoso y benevolente, que tiene el control total sobre todas las cosas en el universo. En la religión cristiana, esta creencia se basa en la idea de que Dios creó todo lo que existe y que todo lo que Él hace es por amor y para nuestro bien. Incluso si no podemos entender por qué algo malo está sucediendo en nuestras vidas, se cree que Dios tiene un plan y un propósito para cada uno de nosotros, y que eventualmente veremos el bien que proviene de esa situación difícil. También se cree que Dios nos da el libre albedrío para tomar nuestras propias decisiones, pero que Él todavía puede obrar en esas decisiones para llevar a cabo su plan para nuestras vidas. Por lo tanto, se confía en que incluso si tomamos decisiones equivocadas o si suceden cosas malas, Dios todavía puede trabajar en medio de esas situaciones para llevar a cabo su voluntad. En resumen, la creencia en que “Dios todo lo hace bueno“ y “toda decisión de Dios es buena siempre“ se basa en la confianza en la bondad, sabiduría y soberanía de Dios sobre todas las cosas en el universo. La afirmación de que Dios todo lo hace bueno y que todas sus decisiones son buenas se basa en la creencia de que Dios es perfecto, omnisciente y amoroso. Según esta creencia, Dios conoce todas las posibilidades y consecuencias de cada situación y siempre elige la mejor opción para el bienestar de sus criaturas. Esta verdad se ve reflejada en la Biblia en el libro de Génesis, donde se relata la historia de la creación, y se declara que todo lo que Dios creó es bueno. Además, la Biblia nos habla de cómo Dios usa incluso los momentos difíciles y las situaciones dolorosas para bien, como en el caso de la historia de José en el Antiguo Testamento, donde se ve cómo Dios usó la traición y el encarcelamiento de José para llevarlo a un lugar de poder y prosperidad. Sin embargo, es importante señalar que la comprensión de lo que es “bueno“ y “malo“ a menudo es subjetiva y puede variar según la cultura, el contexto y las experiencias individuales. Aunque creemos que Dios siempre obra para nuestro bien y su gloria, puede haber momentos en que no entendamos cómo Dios está trabajando en una situación particular. En esos momentos, puede ser útil confiar en que Dios es soberano y que tiene un propósito y un plan que a menudo está más allá de nuestra comprensión. En resumen, la creencia de que Dios todo lo hace bueno y que todas sus decisiones son buenas se basa en la fe en su perfección y amor, y en la idea de que él siempre obra para nuestro bien y su gloria. Además, es importante recordar que la bondad de Dios no significa que no experimentemos dolor, sufrimiento o dificultades en la vida. A veces, incluso las circunstancias más dolorosas pueden ser usadas por Dios para nuestro bien y crecimiento personal. En cuanto a por qué toda decisión de Dios es buena siempre, esto se debe a que Dios es perfecto en todos los sentidos y siempre actúa de acuerdo con su naturaleza amorosa y justa. Aunque no siempre podemos entender por qué suceden las cosas en nuestras vidas, podemos confiar en que Dios tiene un propósito y plan perfecto para cada uno de nosotros. En resumen, la bondad y perfección de Dios son fundamentales para nuestra fe y confianza en él. Aunque no siempre entendamos sus planes, podemos confiar en que todas sus decisiones son buenas y que nos ama incondicionalmente. Es importante tener en cuenta que hablar de Dios y su naturaleza trasciende los límites de nuestra comprensión y conocimiento humano. Sin embargo, basándonos en las enseñanzas de la teología y la filosofía, podemos decir que Dios es considerado como el ser supremo y perfecto, el origen y sustento de todo lo que existe. Cuando se afirma que Dios es una consecuencia siempre existente, se hace referencia a la creencia de que Dios es el origen y fundamento de todo lo que existe. Él es el ser que contrarresta la paradoja de la inexistencia, es decir, la nada. Dios es el ser que hace posible la existencia de todo lo que conocemos, desde la creación del universo hasta la vida misma. En cuanto a la perfección, se considera que Dios es perfecto en sí mismo, lo que significa que no necesita ser perfeccionado o mejorado de ninguna manera. La perfección es una de las cualidades que se atribuyen a Dios debido a su naturaleza divina, trascendental y eterna. Por lo tanto, cualquier intento de mejorar o modificar la perfección de Dios sería una injerencia en su naturaleza divina. En resumen, Dios es considerado el ser supremo y perfecto, el origen y sustento de todo lo que existe, y su perfección es una cualidad intrínseca de su naturaleza divina.
